Marihuana Purple

Los orígenes de las cepas purple no están muy claros, se oyen diferentes historias, cómo por ejemplo puede ser la de que cuando Sam the Skunkman estaba en los 70 en California intentando acortar la floración de landraces sativas, surgiera un fenotipo que por error, por decirlo de alguna manera, acabase siendo morado y de ahí salió la Purple Haze #1, una variedad del banco Positronics que es una leyenda y aún hoy en día se sigue cultivando, sobretodo por los amantes de las Sativas. Si te interesa ampliar esta información, te dejo el enlace a la historia de esta variedad pinchando aquí .

Pero volvamos a lo que nos incumbe. ¿Porqué cierto tipo de genéticas de cannabis tienen la capacidad de cambiar de color  y la gran mayoría no?

Pues tiene una explicación relativamente fácil, ya que nos metemos en el terreno de la genética molecular.

Si estudias el código genético del cannabis, podrás ver que contiene cierto volumen de flavonoides, he aquí la clave, ya que estas son moléculas de pigmentación solubles en agua, llamadas antocianinas.

Estas moléculas de pigmento se encuentran sobretodo en los frutos, pero dependiendo de la variedad puedes encontrarlas incluso repartidas por toda la planta, desde raices a hojas. Las antocianinas son las responsables del cambio de color de la vegetación en otoño así como de la protección contra los rayos ultravioleta o disuasión de los depredadores atraidos por el verde de las plantas.

Ahora que sabemos la causa de la coloración, veamos cómo podemos ayudar a las antocianinas, que dependiendo de la variedad cannabica se desarrollarán más o menos progresivamente, alcanzando su máximo esplendor al final de la floración y mostrándonos un color morado con  la profundidad que esperamos.

Hay variedades como es el caso de la Pakistan Chitral Kush, que ya de por sí tienen hojas moradas y brácteas de semillas rojizas. En la mayoría de los casos las bajas temperaturas influyen en la coloración al final de la floración de la planta, pero no sucede con todas las genéticas. Además se debe tener en cuenta que hacer sufrir a la planta bajando mucho la temperatura puede servirnos para mermar de manera directamente proporcional  la producción, lo cual suponemos que no interesará a ningún cultivador.

Los nutrientes también afectan a la coloración de la planta, así con una deficiencia de fósforo o nitrógeno los tallos de las hojas tornarán morados, igual que las vetas de las hojas con una deficiencia de azufre.

Ten en cuenta que esto sólo sirve a ciertas genéticas, y al depender del fenotipo, puede ser que no haya sido heredado, y del mismo paquete de semillas, algunas plantas se cambien de color y otras se queden verdes tal cual estamos acostumbrados.

Semillas Purple

Para probar una sativa morada de muy buena calidad podemos ofrecerte la Shaman del banco de semillas Dutch Passion. Esta genética viene del cruce de una Purple #1, bien conocida como las primeras semillas comerciales de Purple en el mercado, macho y una hembra Skunk de primera. Esta planta de floración de 7 a 8 semanas tiene una producción muy alta y está especialmente diseñada para exteriores y sobre todo invernadero ya que es increiblemente resistente tan a los ácaros como al moho y la podredumbre de los cogollos.

En el caso de que prefieras probar una autofloreciente, la LSD 25 de Fast Buds se ve expectacular. Esta genética llegada directamente de Estados Unidos tiene un 20% de THC, que como ya se sabe, es una barbabridad para un ejemplar no dependiente del fotoperiodo. Es muy compacta y su producción es de hasta un cuarto de kilo en exteriores y medio kilo por metro cuadrado en interiores listos para cosechar entre 56 y 63 días. Su sabor es picante, con notas diesel y su colocón es bastante psicoactivo.