Antonio Escohotado y la despenalización de la marihuana
¿Quién es Antonio Escohotado?
Antonio Escohotado es uno de los más destacados pensadores del siglo XX. Este madrileño, con un diploma en leyes y estudios de filosofía, centra su trabajo en la dicotomía libertad vs. autoritarismo, y desde esta perspectiva ha defendido siempre la necesidad de despenalizar la marihuana y todas las drogas.
Como el padre de Escohotado era un agregado de prensa de la embajada española en Río de Janeiro, la infancia de Antonio transcurrió en un ambiente relajado, con una visión de la vida más pagana y alejada de los dogmas cristianos que la que regía en la meseta a mediados del siglo pasado.
A su regreso a España se topó con la excesivamente reprimida y católica sociedad de los años del régimen franquista, empezó sus estudios universitarios en derecho y filosofía, y más tarde se doctoró en Leyes con una tesis sobre Hegel.
Es ampliamente conocido como escritor y pensador por sus ensayos y libros publicados, que superan la docena y son principalmente de índole filosófica. Entre sus obras más destacadas destacan De physis a polis (1982, Anagrama), Rameras y esposas: cuatro mitos sobre el sexo y deber (1993, Anagrama), Caos y orden (Premio Espasa 1999). También ha traducido diversas obras en otros idiomas y colabora con varias publicaciones nacionales como El País y El Mundo.
Antonio Escohotado, la marihuana y otras drogas
Seguramente sin proponérselo, Antonio Escohotado se ha transformado en la cabeza visible del movimiento antiprohibicionista español. Siempre ha sido un gran defensor de la despenalización de las drogas, nunca se ha ocultado y ha mantenido coherencia a lo largo del tiempo.
Por los años ’80 en España había muchas muertes por heroína, lo que sumado al desconocimiento del público en general hizo que fuera un período particularmente difícil y controversial para quienes sostenían la necesidad de despenalización de las drogas.
En este contexto Antonio Escohotado participó en un programa de televisión donde expresó su opinión positiva acerca de las drogas. De inmediato lo criticaron y demonizaron ampliamente, hasta el punto de que su faceta como filósofo perdió prestigio solo por relacionarse con sustancias prohibidas.
Al poco tiempo lo detuvieron por posesión de cocaína y tráfico de drogas, cosa que él siempre ha denunciado como una trampa que le tendió la policía. Sin embargo, aprovechó su tiempo en prisión para trabajar y comenzó a preparar una de sus obras más destacadas, la Historia general de las drogas.
Las obras más destacadas de Antonio Escohotado
A lo largo de su vida, Antonio Escohotado ha pubicado un gran número de trabajos sobre las drogas, abordando la problemática desde una perspectiva transversal y multidisciplinar en la que intervienen elementos históricos, culturales, mitológicos, antropológicos, sociológicos, políticos, químicos y médicos.
En 1983 publicó La cuestión de las drogas, libro en que el propone un consumo responsable en contraposición a la cruzada contra las drogas, y repasa múltiples sustancias y sus efectos.
En el ’89 escribió en prisión la famosa Historia general de las drogas, que, si bien él siempre ha mantenido que su cautiverio nada tuvo que ver con la elaboración del libro, es bastante alegórico. Esta obra consta de 3 volúmenes que suman un total de 1500 páginas y 300 ilustraciones. A lo largo de sus páginas hace un repaso a través de la historia de los usos de las drogas, apoyado por otros prestigiosos escritores. Algunos de ellos, como H. Berger, presidente de la sociedad médica de Nueva York, defienden el uso de la heroína pura argumentando que solo un 16% de los consumidores se hacen adictos.
Este libro ha servido para que generaciones de jóvenes y no tan jóvenes sepan qué es cada sustancia, cómo afecta al organismo y qué precauciones se ha de tomar para utilizarla con seguridad, además de apuntes a nivel filosófico y trascendental. El texto contiene un apéndice en el que Antonio Escohotado analiza exhaustivamente las drogas más conocidas que él mismo ha probado e incluye información sobre su preparación, dosis a usar, riesgos y tratamientos en caso de intoxicación, además de una reflexión de las relaciones entre los poderos, los gobiernos y la prohibición de drogas.
En 1994 salió a la luz Las Drogas: de ayer a mañana (Talasa) con la colaboración de Enrique González Duro, Gemma Baulenas, José Luis Díez Ripollés e Iñaki Marquez. Si bien ninguno de ellos de posiciona a favor o en contra de las drogas, en este libro resaltan las consecuencias negativas de prohibir lo improhibible, como una planta, un animal o el clima de un lugar. También destacan que la prohibición del consumo de drogas provoca una situación peor de criminalidad, marginación y daño para el consumidor.
La editorial Anagrama publicó en el ’94 también su obra Historia elemental de las drogas, que es un resumen de su extenso libro del ’89. Está pensado para los que desean acercarse a este tema sin disponer de semanas enteras para tanta lectura. En este libro, Antonio Escohotado usa un lenguaje directo, lleno de pasión y sensaciones, para hacer un breve repaso de la historia de las drogas, desde la utilización de plantas enteógenas en la Grecia clásica hasta la revolución psicodélica de los años ’60.
El activismo de Antonio Escohotado
Antonio Escohotado sigue escribiendo, pensando y colaborando en la lucha por la despenalización de la marihuana y las drogas. Además de publicar abundante contenido en su blog, participa en numerosos eventos, como el que organizó Djamba Grow Shop en Ibiza para presentar la marihuana más cara del mundo. Este proyecto se inscribe dentro de la estrategia del movimiento a favor de la total legalización del Cannabis.
En la charla que hubo apuntó a que la legalización de la marihuana no es tanto una problemática legal sino de conciencias. Para ilustrarlo recordó lo sucedido hace veinte años, cuando se reunió con un grupo de jueces, fiscales y abogados para estudiar cómo legalizarla. Según sus propias palabras «En menos de una página quedó técnicamente solucionado, solo derogando una serie de cosas, el problema es la falta de conciencia». Por eso es necesaria una evolución social progresiva que propicie un momento de normalización.
Aún estamos lejos de una completa legalización de la marihuana, como se ha conseguido en Uruguay. Pero creemos que estamos un paso más cerca de su despenalización, ya que en el mundo entero hay señales claras de esta evolución social hacia la tolerancia respecto a la marihuana y otras drogas. Y en España mismo tenemos un saludable movimiento pro regularización que viene de mano de los clubes cannábicos que piden a gritos una regularización del sector, sobre todo en el País Vasco y en Cataluña, donde el Parlamento se ha propuesto debatir esta problemática próximamente.
Imagen tomada de Potfiles.
Licenciado en Biología Molecular, gestor de contenidos y responsable de tienda en Experiencia Natural. Viviendo la vida, hablando de Cannabis Sativa, padre. Número de colegiado es 20787-X.
¿ PASÁRSELO BIEN CON LAS DROGAS ?
Es muy antigua costumbre del ser humano cambiar la apatía que a veces genera la realidad por el atajo de la ebriedad, sea esta lúdica o por vicio. Cuando la muchedumbre entra en éxtasis, suelen decir las cosas como les sale del alma, o como les sale de su falta de perdida de ilusión y perspectivas de futuro o realidad machacante, pensando así, que cubrirán sus necesidades.
La adolescencia, que es faceta e instante de la vida donde la rebeldía se ondea como una bandera, también es confundidora por las ganas de explorar y rastrear caminos que les han de llevar a una madurez utilizando su propio criterio. Pero en este camino hacia la curiosidad disfrazada y vestida de engaño, pueden perderse por el bosque encantado de las drogas, que ven como solución alternativa lo que la sociedad no sabemos por defecto ofrecerles. Y estos, sondean con la inocente ignorancia con sustancias que creen sustitutivas de nuestros errores, de nosotros los adultos culpables a veces de mirar hacia otros lados. El joven y siempre curioso adolescente, puede caer en la trampa del trampero que suele llamarse “camello”. Y que les ofrecerá argumentos convincentes que suelen ser principios de tragedia y mala fortuna. Y este, con su cobarde mercadería le dirá: ¡Calla, escucha y verás!
Los chavales no saben ni lo que se embuten entre pecho y espalda. Y en su todavía jovial organismo donde sus hormonas avanzan confundidas y enredadas por sueños por cumplir, estimulándose y creyendo en su distorsión de la realidad que sus rostros son más divertidos y ocurrentes, en una falsa pantalla, donde las imágenes que se proyectan serán las del desvarío y el delírio más que de realidad alguna. Y que bajo los efectos de “tóxicas golosinas”, percibirán también el miedo, que les asaltará con mil géneros de tretas y engaños, viendo y percibiendo aquello que normalmente no existe y que les llevará por caminos que puede que no llegue nadie.
La cocaína -que suele hacer acabar las aventuras en tristes historias-, droga por excelencia en esta contemporánea sociedad, fue sustancia de moda de muchos “yuppies” que fueron los “frikis” económicos de los 90, ya la puede ingerir hasta el plebeyo que tira de salario. Ignorando, que esta sustancia, a muy corto plazo le volverá el corazón negro. Y también el cerebro, que en llegando a él, hará buena cuenta, corriendo el riesgo de caer en algún genero de locura o de todo el juicio perdido. Haciendo hacer cosas extrañas y decir palabras desordenadas y sin sentido, poniendo cerrojos a la mente, haciéndose la sustancia el amo y el consumidor el esclavo. Los hay que entrando en esta dinámica ingerirían hasta azufre, que es la droga preferida del diablo que siempre está de ronda en las noches de “verbena” por ser un gran insomne. Y que estas cosas de ver al prójimo sufriendo le ponen en una gran satisfacción y orgullo de su profesión, -ese es su oficio y no hay que culparle por ello-. Y se gusta de llevarse a los chavales a cuevas oscuras donde tiene un cofre fermentado surtido de toda clase de néctares festivos, donde añadirá fuego al fuego, como queriéndoles enterrar en vida.
– ¡Ingerid hasta la saciedad! -Dice el diablo- Que yo presto, os acortaré la vida.
– ¡ Que bién me siento señor diablo!
-A que sí, gilipollas.
¡Moriré si tu tardas!, droga mía. Para acabar siendo esclavo de tus duelos. Juventud, no seáis necios y escuchad a los que suelen dar consejos. Y después, decidid vosotros mismos lo que más os convenga: ser figura o ser sombra.
Sergio Farrás Bas, “Escritor tremendista”.