El papel de la marihuana en la crisis de los opiáceos
Cannabis y opiáceos, dos sustancias muy diferentes pero que forman parte de un debate muy importante en el ámbito de paliar el dolor crónico. Los opiáceos son un gran grupo de medicamentos que van desde los ilegaleas, como la heroína, hasta los legales como la codeína, la morfina o el fentanilo. Estos últimos existen con el propósito de ayudar a los pacientes que sufren de dolor crónico. Son medicamentos efectivos, ya que consiguen reducir la emisión de mensajes de dolor que el sistema nervioso envía al cerebro, pero a al vez cuentan con una gran desventaja: pueden generar mucha dependencia durante su tratamiento. Así, cuentan con efectos secundarios que van desde estreñimiento, vómitos y náuseas. Aunque a la larga pueden entrañar problemas más serios relacionados con la dependencia, el abuso y la sobredosis.
Estos efectos secundario indeseados están llevando a muchos terapeutas a reconsiderar estas medicaciones y buscar opciones alternativas. No nos pilla por sorpresa que el Cannabis medicinal está jugando un papel relevante en la sociedad actual. Especialmente en el ámbito de paliar efectos secundarios adversos de tratamientos con quimioterapia, dolor crónico y más afecciones graves. Por eso cada vez suenan con más fuerza estudios científicos que avalan el tratamiento de este dolor crónico con derivados del Cannabis como el CBD. Por lo que el debate que enfrenta a Cannabis y opiáceos está servido.
Cannabis y opiáceos ¿Pueden ser sustitutivos?
Las cifras apuntan a que casi 80 millones de europeos sufren de dolor crónico. Se trata de una condición que afecta a un importante número de población. Debido a esto, la farmacéuticas se vieron en la necesidad de encontrar una línea de medicamentos que sofocara a los pacientes que sufren gran dolor. En Estados Unidos comenzó a popularizarse, en la década de los 90, el uso de medicamentos basados en opiáceos como el Oxicodina. Estos fueron presentados como la panacea para el dolor crónico, vendidos a la sociedad como seguros. De esta forma, en 2001, el Oxicodina era el best seller de los medicamentos recetados para tratamientos de dolor.
El numero masivo de tratamientos médicos con opioides unido al tráfico ilegal de recetas y medicamentos de este tipo ha traído, a países como Estados Unidos, una crisis de los opiáceos derivada del consumo de este tipo de medicamentos. De esta forma, en EUA, las muertes por sobredosis ligadas a pacientes con tratamientos con opiáceos, por debajo de los 50 años, son de casi la mitad del total de muertes por sobredosis.
El papel de Cannabis en todo esto
Todos conocemos las propiedades medicinales del CBD y los efectos psicoactivos del THC, el cannabinoide con principales facultades psicoactivas de la marihuana. Pero más allá de los conocidos efectos de estos compuestos, nuevas investigaciones apuntan a que estos cannabinoides presentes en la marihuana pueden interactuar con partes de nuestro organismo relacionadas con la regulación del dolor.
Estos estudios científicos sobre el Cannabis han hecho a los científicos a investigar el potencial de la marihuana para sustituir a los opiáceos en determinados tratamientos relacionados con el dolor crónico. Sin embargo, el estatus de ilegalidad del Cannabis en la mayoría de países impide que se realicen estudios clínicos por parte de grandes laboratorios. Pese a esto, son muchos los informes de laboratorios independientes que, en el campo de los beneficios de los cannabinoides para tratar el dolor ligado al cáncer, afirman ofrecen un alivio del dolor.
El Cannabis es un analgésico muy efectivo y cuenta con un gran potencial para poder llegar a sustituir a los opioides en tratamientos del dolor. De esta forma, un artículo científico publicado por Journal of Psychoactive Drugs afirma que existen pruebas determinantes que sostienen el consumo de Cannabis como tratamiento sustitutivo de opiáceos con receta para paliar el dolor crónico. En el artículo se explica cómo cuando se usan cannabinoides derivados del Cannabis y opiáceos juntos para tratar el dolor, aportan un alivio más prolongado. Los pacientes necesitarían, por tanto, menos opioides, por lo que estarían expuestos a menores riesgos de adicción y sobredosis. Esto puede hacer que nos decantemos a favor del uso compartido en el debate entre Cannabis y opiáceos.
Cannabis y opiáceos: Tratamiento de adicciones
Existen evidencias que respaldan el uso del Cannabis en el tratamiento de adicciones a opiáceos. De hecho, se sabe que el CBD interactúa con determinados receptores que regulan el miedo o la ansiedad, tal y como te contábamos en este artículo sobre las últimas investigaciones médicas realizadas con CBD en 2018. De la misma firma que existen estudios preliminares que afirman que el CBD puede disminuir los deseos de consumir opiáceos.
Por si esto fuera poco, el CBD no genera dependencia física ni psicológica. Se trata de un derivado de la marihuana sin efectos secundarios e incluso la Organización Mundial de la Salud ha llegado a publicar un informe en el que avisa de que el CBD no entraña ningún efecto indicativo de dependencia.
En países como Canadá, el primer estado del G-20 en introducir un marco legal que regule el uso de Cannabis, la legalización del Cannabis romperá las barreras existentes que impiden entender los beneficios clínicos de sus derivados en la salud pública. Al observar la situación de países como Estados Unidos, en los que existe una verdadera epidemia producida por estos medicamentos, debemos aprovechar la oportunidad de comprender si con la legalización del Cannabis existiría una posibilidad de realizar una estrategia de prevención y respuesta a la adicción a los opioides desde sus derivados.
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Licenciado en Biología Molecular, gestor de contenidos y responsable de tienda en Experiencia Natural. Viviendo la vida, hablando de Cannabis Sativa, padre. Número de colegiado es 20787-X.