Cómo secar correctamente las plantas de cannabis

Después de determinar cuidadosamente el momento adecuado para cosechar las plantas de cannabis, secarlas correctamente es el siguiente paso crucial. Secar la marihuana correctamente preserva la potencia, el sabor y la calidad general de tu cosecha. Esta guía te mostrará las mejores técnicas de secado, los errores más comunes que debes evitar y cómo crear el entorno de secado perfecto para tus plantas.

¿Qué es secar la marihuana?

Secar la marihuana es un proceso fundamental, mediante el cual se dejan las flores en su punto de humedad justo, para obtener la mejor calidad y disfrutar una experiencia óptima al consumir. Esto se logra cuando los cogollos se deshidratan y pasan de un estado húmedo a un estado seco, aunque es importante no pasarse, ya que puede llegar a ser contraproducente.

El proceso de secado de la marihuana, ayuda a eliminar la clorofila, así como otras sustancias no deseadas y deja el producto final en su estado más óptimo para el consumo.

¿Por qué es importante un buen secado?

Es importante secar la marihuana correctamente para preservar sus propiedades y mejorar su sabor y aroma. El proceso de secado también ayuda a eliminar los agentes infecciosos que pueden estar presentes en los cogollos, lo que reduce el riesgo de enfermedades. También ayuda a dejar el contenido de humedad exacto en la marihuana, pues no debe estar 100% seca como comentamos antes, que es un factor clave en el éxito de la experiencia de fumar.

¿Cómo secar la marihuana?

Secar la marihuana es un proceso sencillo, pero que no está exento de riesgos. Es por ello que hay que seguir una serie de pasos para conseguir concluir la tarea con éxito. A continuación podrás ver todos y cada uno de los pasos para secar la marihuana correctamente.

Pero antes de meternos de lleno en el asunto de cómo secar correctamente la marihuana, tenemos que hacer un apunte muy importante. Secar la marihuana es un proceso que, al igual que el cultivo, lleva tiempo. Y esa paciencia que hay que tener, para esperar el tiempo que haga falta, va a ser uno de los valores más fundamentales de todo este proceso. Las flores de marihuana, se tienen que secar lentamente para conseguir el producto de mayor calidad posible.

Las principales etapas para secar la marihuana correctamente son: preparar el entorno, separar los cogollos, establecer una temperatura y humedad óptimos, controlar el tiempo de secado y controlar la humedad.

Tener una Planta en estado de madurez

El primer paso para secar la marihuana correctamente, obviamente, es tener una planta de cannabis con sus flores completamente maduras. Puede parecer algo obvio, pero se trata de un primer paso imprescindible para concluir esta tarea del secado con éxito.

Dentro de esta trilogía dedicada a la cosecha de marihuana tenemos un primer artículo, previo a este, donde te contamos en detalle cómo cortar la marihuana, si no estás seguro de cómo hacerlo, puedes echarle un vistazo en el siguiente enlace.

1. Condiciones ideales para el secado del cannabis

El entorno ideal para secar el cannabis debe estar controlado para evitar el moho y preservar los terpenos y cannabinoides. Sigue estas recomendaciones para crear el espacio de secado óptimo:

• Temperatura: Mantenga la temperatura de la sala de secado entre 18-22°C (65-72°F). Evita temperaturas más altas, ya que pueden hacer que los terpenos se evaporen, reduciendo el sabor y la potencia.
• Humedad: Mantenga los niveles de humedad entre el 45 y el 55%. Si es demasiado alta, corres el riesgo de que se forme moho; si es demasiado baja, los cogollos pueden secarse demasiado rápido, lo que provoca un humo áspero.
• Circulación del aire: Asegúrese de que el aire circule suavemente por el espacio de secado. Utilice un ventilador pequeño, pero no lo dirija directamente a los cogollos para evitar secarlos en exceso. La circulación de aire ayuda a evitar la formación de moho.
• Oscuridad: Mantén la habitación lo más oscura posible. La luz degrada el THC y otros cannabinoides, lo que puede reducir la calidad general de los cogollos.

2. Métodos de colgado y secado

Una vez establecido el entorno ideal, puedes empezar a secar tu cannabis. El método más habitual es colgar las plantas boca abajo por las ramas:

• Recorte antes del secado: Puede recortar las hojas grandes en abanico antes de colgarlas, o esperar hasta después del secado para realizar un recorte completo. El recorte previo permite una mejor circulación del aire y puede acelerar el proceso de secado, mientras que el recorte posterior mantiene los cogollos protegidos de posibles contaminantes durante el secado.
• Colgar por los tallos: Corte las ramas de la planta y cuélguelas boca abajo en el espacio de secado. Este método permite que los cogollos conserven su forma natural mientras se secan uniformemente.
• Bastidores de secado: Otra posibilidad es utilizar bastidores de secado para los cogollos individuales. Este método puede ser más eficiente en términos de espacio, pero puede requerir una supervisión más frecuente para evitar el secado excesivo de los cogollos más pequeños.

3. ¿Cuánto dura el proceso de secado?

El proceso de secado suele durar entre 7 y 14 días, dependiendo de las condiciones ambientales y del tamaño de los cogollos. Para asegurarse de que los cogollos se secan uniformemente, compruébelos a diario y ajuste la humedad o la circulación de aire si es necesario.

Sabrá que los cogollos están listos para el siguiente paso (el curado) cuando los tallos más pequeños se partan en lugar de doblarse. Si los tallos aún son flexibles, necesitan más tiempo de secado.

La instalación ideal cuenta con dos extractores, uno que saca el aire viciado de la habitación, y otro que introduce aire limpio en la habitación. El primero debe tener el doble de potencia que el segundo, y la potencia adecuada para el cuarto de secado se puede calcular con una fórmula muy sencilla que te mostramos en un artículo sobre la extracción que puedes acceder aquí.

Por su parte, el ventilador hace una función diferente, no se trata de renovar el aire, si no, en este caso, de eliminar las posibles cosas de humedad que pueda ver, y también de mover ligeramente las flores.

Separar los cogollos

Es importante separar los cogollos antes de secarlos. Esto ayuda a mejorar la circulación del aire y asegurar un secado más uniforme. Los cogollos se pueden separar con unas tijeras o un cuchillo muy afilado.

De todas maneras, hay mucha gente que prefiere realizar el secado por ramas, sin separar las flores, una a una. Finalmente, también hay personas que prefieren secar la planta completa. Esto en principio es correcto, mucho más cómodo, y se puede ejecutar así, en el 99% de los casos no habrá ningún problema. El único problema que puede haber, es que en aquellas ramas muy tupidas puede haber un poquito más de riesgo de moho.

Tener la temperatura ideal

La temperatura ideal para secar los cogollos está entre los 20 y los 24 grados centígrados. Aunque el rango se puede ampliar hasta 18-26°C sin que se ocasionen problemas. Esta temperatura ayuda a preservar la calidad de los cogollos y evitar que se sequen demasiado rápido.

Es muy importante que la temperatura sea estable, además de no superar nunca los valores establecidos de temperatura máxima, ni bajar de la temperatura mínima recomendada.

Tener la humedad ideal

La humedad perfecta para secar los cogollos está entre los 50 y el 60% de humedad relativa en aire. Aunque esta horquilla se puede aumentar hasta 45-65% sin que se ocasionen problemas. Esta humedad ayuda a mantener la calidad de las flores y permite que se sequen lentamente.

Es vital que la humedad sea estable, además de no superar nunca los valores establecidos de humedad máxima, ni bajar de la humedad mínima recomendada.

¿Cómo controlar la temperatura?

Durante todo el tiempo que dura el proceso de secado de las flores de cannabis, tenemos que tener la temperatura indicada anteriormente de manera estable, como conseguimos eso. Pues la manera más fácil de conseguir eso es tenerla de manera natural, pero seamos realistas, en la mayoría de los casos no vamos a tener esa temperatura estable, ideal de manera natural.

Y si no tenemos esa temperatura de manera natural, existe la posibilidad de instalar un sistema de aire acondicionado que tenga un termostato por el cual podamos indicar una temperatura y que el aparato siempre se encienda cuando es necesario.

¿Cómo controlar la humedad?

Algo parecido sucede con la humedad, es bastante complicado tener una humedad ideal durante largos periodos de tiempo de manera natural. Lo más común, es que a las noches la humedad suba, y durante el día la humedad baje. O que cuando entra una borrasca, la humedad sube, mientras si entra un anticiclón, la humedad baja.

Es fundamental controlar la humedad durante el proceso de secado. Esto se puede lograr usando un medidor de humedad o un higrómetro. Estos dispositivos miden la humedad del aire para asegurar que el ambiente sea óptimo para el secado. Si la humedad es demasiado alta, es importante extraer y renovar el aire del espacio para reducir la humedad.

Existen accesorios que permiten detectar la humedad en el aire, y cuando esta suba del límite indicado encender el equipo de extracción para eliminar la humedad, en nuestra tienda online, puedes encontrar varios modelos.

Cómo disponer las flores para su secado

En el secado, muchos cultivadores, por comodidad, suelen poner plantas enteras colgadas al revés. También creen que los racimos florales colgados boca abajo para el secado, provoca que las resinas se desplacen por gravedad a las extremidades, como con otras supersticiones, poca o ninguna resina o cannabinoides se transportan mediante el sistema vascular después que la planta se ha cosechado.

Lo que si realmente es cierto, es que es una manera útil de disponer unas plantas de marihuana recién cortadas. Invertir las plantas para el secado, ocasiona que las hojas cuelguen muy próximas a los racimos florales cuando se secan, y las resinas quedan protegidas de una manipulación externa de cualquier tipo. Los racimos florales también parecen más atractivos y más grandes si se cuelgan.

Y aunque la manera ideal de disponer las flores no es con la planta completa, es por ramas, o incluso separando las flores pequeñas y los racimos grandes. Una vez separados, deben colgarse, como si fuera un tendedero de ropa, con cierta separación entre cada uno de ellos.

Una vez las ramas estén colgadas con cierta separación entre ellas, debemos cortar y deshacernos de las hojas más grandes. Estas son las denominadas parasoles, son las que más humedad retienen en toda la planta, y es por ello es preciso retirarlas del cuarto de secado desde el primer momento.

Errores comunes que hay que evitar

Ya hemos hablado de ellos de alguna manera, pero siempre es útil tener los errores más comunes resaltados en un solo lugar, aquí tienes, no te olvides de evitar:

1. Secar demasiado rápido

Secar el cannabis demasiado rápido puede provocar un humo demasiado áspero y una pérdida de terpenos, que son los responsables del sabor y el aroma de la planta. Esto suele ocurrir si el espacio de secado es demasiado caliente o demasiado seco.

2. Secado demasiado lento

Si su espacio de secado es demasiado húmedo o carece de la circulación de aire adecuada, los cogollos pueden tardar demasiado en secarse. Esto aumenta el riesgo de moho y puede conducir a una disminución de la potencia y la calidad.

3. No controlar el entorno

Es importante controlar regularmente la temperatura, la humedad y el flujo de aire durante el proceso de secado. Descuidar estos factores puede dar lugar a cogollos de calidad inferior o, peor aún, a una cosecha arruinada.

Consejos adicionales para obtener los mejores resultados de secado

• Recorte las hojas estratégicamente: Recortar previamente las hojas más grandes puede mejorar la circulación del aire y el tiempo de secado. Sin embargo, dejar las hojas de azúcar más pequeñas puede ayudar a proteger los tricomas durante el proceso.
• Evite manipularlos en exceso: Tocar demasiado los cogollos puede arrancarles valiosos tricomas, así que manipúlelos lo menos posible durante el secado.
• Utilice higrómetros: Coloque higrómetros en el interior del secadero o en los tarros (durante el curado) para controlar con precisión los niveles de humedad. Esto ayuda a prevenir el secado excesivo o la retención de humedad que conduce al moho.

¿Cómo saber cuando está seca la marihuana?

Los racimos florales, incluyendo tallos y hojas grandes, comúnmente se secan hasta llegar a un 25% de su peso fresco original (tiene que perder un 75% de su peso en agua). Cuando estén suficientemente secos para ser almacenados sin la amenaza de moho, las ramas deben romperse al aplicar un doblado de las mismas.

Esta rotura debe ser total y no deben quedar hilos, el sonido de esta rotura es muy característico y suena como un «crack«. Este es el momento más adecuado para dar por finalizado el secado de esa rama, pero ¡ojo!, hay otras ramas con más material que pueden tardar más y otra con menos material que pueden haber tardado menos. Como siempre en la marihuana, un trato pormenorizado marca la diferencia.

La parte que más tarda en secar es el cogollo central, el tallo central del racimo floral se romperá también al ser doblado, antes de pasar a la siguiente fase.

Como norma general, la marihuana ha de contener un 10% aproximadamente de agua, para proceder a su curado, almacenaje o ser consumida en condiciones óptimas. En la siguiente imagen puedes ver una marihuana con sus flores secas en el punto óptimo.

En definitiva el secado de marihuana es

Colgar la planta dividida por ramas, así corre menos peligro de quedar una parte de la planta demasiado tupida, sin acceso a renovación de aire y el moho haga estragos. Una vez colgadas podemos manipularlas con comodidad, en este momento procedemos a cortar las hojas más grandes, sobre todo los denominados «parasoles» ya que son las zonas de la planta que guardan más humedad y pueden entorpecer o alargar demasiado el proceso de secado. Hay que sacar estos restos cortados y guardarlos en otra habitación, o tirarlos, puesto que estas hojas grandes apenas tienen propiedades activas.

Secar las ramas en una habitación siempre bien ventilada, en caso de que no tenga ventilación natural se debe instalar un sistema de extracción. En lugares con falta de espacio se puede crear un secadero, por ejemplo con una caja de cartón como ves en la imagen inferior.

El secado tiene que realizarse lentamente, sin luz y en un ambiente seco y fresco, con temperaturas de aproximadamente 18º a 26ºC, hasta llegar a un punto óptimo.

Se puede utilizar un deshumidificador, pero es recomendable únicamente para zonas húmedas, ya que suele acelerar demasiado el proceso de secado. También es recomendable emplear un ventilador de baja potencia, preferiblemente de los que se mueven hacia los lados, de esta manera las hojas se mueven un poco también y previene la aparición de hongos.

En conclusión, el secado de la marihuana debe hacerse de forma correcta para mantener la calidad y la mejor experiencia al fumar. Para lograr esto, es importante preparar el entorno, separar los cogollos, establecer una temperatura y humedad óptimas, controlar el tiempo de secado y controlar la humedad. Estos pasos ayudarán a preservar la calidad de tu marihuana y disfrutar al máximo de tu experiencia al fumar.

Esperamos que disfrutases de este monográfico sobre cómo secar la marihuana correctamente, si ha sido así te pedimos que nos sigas en redes y en nuestra lista de correos ¡te estaremos muy agradecidos!. Puedes continuar la lectura en el siguiente artículo, es el siguiente de esta trilogía sobre la cosecha del cannabis y en él se tratan los aspectos más importantes para realizar un buen curado a la planta de marihuana. Imágenes de: Beeblebrox, Cannabis Training University y r0bz.

Brais Nieto

Fundador de Experiencia Natural, creativo y emprendedor, diseñador, master en grower y marketing. Por una normalización de todas las plantas y sustancias primando pacientes y usuarios.